viernes, 12 de noviembre de 2010

Tres años

De repente caigo en la cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, o las etapas, o las edades infantiles.
Hasta hace muy poquito Cami era una bebota. Aunque ya no usara chupete o pañal, seguía teniendo actitudes bebotiles.
Pero de repente, ya no.
Escucha muy atenta cuando la gente le habla y se toma su tiempo para pensar la respuesta.
Se mimetiza entre los más chiquitos que hablan menos, pero no se pierde la pisada de nadie, y después me cuenta todo, como una cotorra.
Sabe perfectamente cuándo decir "te quiero mucho" en tono comprador (muy distinto al "te quiero mucho" bajito y sentido que dice cuando le sale del alma, agarrandote los cachetes), y a veces se lo dice, por ejemplo, a la vecina, de puro seductora que es. Y la vecina queda casi desmayada de amor.
Lo cierto es que ya comenzó a darse cuenta de las armas que tiene, y cada vez las usa mejor.
Son los tres años!

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