miércoles, 28 de julio de 2010

Descubriendo sabores

La forma de cocinar, o de saborear una comida, tendrá que ver con la forma de sentir, vivir la vida?
Alguien que come la carne seca, que no gusta de las salsas ni de las comidas compuestas, que para hacer sopa, hierve el caldo por un lado y los fideos o el arroz por el otro para mezclarlos al final... qué representa? Por mi experiencia, una persona triste y con el ceño fruncido, que se ríe poco y pasa el día sufriendo, aunque tenga todo para ser felíz.
Pareceré loca, pero no creo que sea poca cosa. No en vano se utilizan ejemplos de cocina para describir a alguien. Es un tipo soso, o le falta pimienta, qué mina picante, etecé, etecé...
Así, la comida judía rusa es más bien tristona y poco sugerente (como un personaje de Dostoievski) y la turca es mucho más atractiva y gustosa. Y eso que la parte judaica que tengo es rusa, eh.
Pero bue, también tengo mi parte italiana, bien olivera, y mi parte gallega (si, de Galicia) bien salpimentada.
O sea, mezclo la sopa cuando la hago o, si hago un caldo grande, después hiervo los fideos en él, en porciones más chicas. Me encantan las comidas con salsas y jugos (aunque la carne no me gusta roja, cruda), las especias y, sobre todo, pasarla bien en la mesa, charlando, riéndome y disfrutando.
Y aparte: me encanta hablar de comida, antes, durante y después. Y si estoy sola, me encanta pensarla y paladearla.


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